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La Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Congreso de los Diputados ha aprobado hoy una proposición no de ley de ERC-IU-ICV que insta al Gobierno a adherirse en un plazo máximo de cuatro meses al Proyecto Gran Simio, una iniciativa internacional no gubernamental que reconoce parte de los derechos básicos de los seres humanos a orangutanes, chimpancés, bonobos y gorilas, cuyo parecido genético con el hombre supera el 95%, como los derechos a la vida y a la libertad, y a no ser torturados.

El Ejecutivo deberá llevar a cabo en el plazo máximo de un año desde la adhesión al proyecto los trámites necesarios para la adecuación de la legislación española a los principios del mismo. De esta forma, se establecerá la prohibición expresa de experimentación o investigación con los grandes simios cuando esto pueda causarles daños y no redunde en su beneficio y la prohibición de tenencia de estos animales con fines comerciales o para cualquier tipo de espectáculo. Además, se establecerán unas condiciones muy rigurosas para su tenencia o custodia y un tipo penal agravado para los casos de comercio, tenencia ilegal o maltrato.

Asimismo, el Gobierno deberá impulsar y emprender las acciones necesarias en los foros y organismos internacionales para la protección de los grandes simios del maltrato, la esclavitud, la tortura, la muerte y la extinción. El texto aprobado pide al Gobierno que impulse en el resto de los países de la Unión Europea el Proyecto Gran Simio.

Más información: http://www.elpais.com

a ras de cielo.jpgDavid Galadí-Enríquez nació en Córdoba (España) en el año 1969. Su interés por la Astronomía comenzó cuando era muy  joven, gracias a la lectura de las obras de Josep Comas Solà y de Carl Sagan. Observa activamente el firmamento desde la edad de catorce años. Cursó sus estudios de licenciatura en física (1987-1992) en las universidades de Granada (primer ciclo) y Barcelona (segundo ciclo). Ejerció como profesor de bachillerato en Barcelona. Posteriormente inició su trabajo como investigador predoctoral en el Departament d’Astronomia i Meteorologia de la Universitat de Barcelona, con una tesina sobre fotometría de asociaciones estelares y una tesis doctoral (defendida en 1998) sobre astrometría y fotometría de cúmulos estelares abiertos.  Ha sido profesor asociado en la Universitat de Barcelona, donde
ha impartido asignaturas de Astronomía observacional, programación y Física teórica. Posteriormente ejerció como investigador contratado en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), en Torrejón de Ardoz (Madrid) y en el Instituto de Astrofísica de Andalucía  (CSIC). En la actualidad ejerce como astrónomo técnico y responsable de  comunicación del Centro Astronómico Hispano Alemán (Observatorio de Calar  Alto), Almería. Sus áreas de especialización son la astrometría y fotometría estelares, agrupaciones estelares, calidad del cielo, contaminación lumínica, observación  astronómica robotizada y fotometría espacial. Ha publicado cuatro libros de divulgación de la Astronomía y un manual universitario de Astronomía para el primer ciclo de las licenciaturas de ciencias. Es miembro de la Unión Astronómica Internacional, la Sociedad Española de Astronomía, la Agrupación Astronómica de Córdoba, Cel Fosc: Asociación contra la Contaminación Lumínica, y de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.

David ha tenido la gentileza de enviarnos uno de sus artículos de divulgación en el que nos invita a algo que nuestros antepasados han considerado imprescindible: mirar al cielo. Por supuesto, como científico que es, la mirada a la que se refiere es una mirada inteligente, llena de interrogantes y respuestas, una mirada realizada con los ojos del intelecto.

El artículo lo tienes a tu disposición haciendo un clic aquí.

Su libro más reciente es un libro de divulgación, “A ras de cielo” que podríamos definir como una guía de Astronomía cotidiana. Muy recomendable.

La Naturaleza en su prodigioso poder creativo juega con los átomos pero también con la forma en la que éstos se unen: podemos tener así diferentes formas alotrópicas que sólo son formas diferentes de organizar los mismos átomos… ¿sólo? La forma de unirse es tan importante como los componentes en orden a exhibir unas propiedades u otras. Baste decir que el diamante y el grafito están hechos de los mismos átomos de carbono, sólo que en el diamante están más juntitos. Eso quiere decir que apretando la mina de tu lápiz se podría convertir en joya aunque el problema es la enorme presión necesaria para conseguirlo que hace el proceso antieconómico. Aunque si eres millonario y el carbón tiene un significado especial, como las cenizas de un ser querido, una empresa se encarga de conseguirte el milagro.

La más espectacular forma alotrópica del carbono no es el diamante sino el fulereno (a veces puedes encontrarlo nombrado también como fullereno): una espectacular molécula en forma de balón de fútbol, con su juego de pentágonos y hexágonos encajados y todo.

Te recomendamos el siguiente vídeo (audio  en portugués que se entiende bastante bien) sobre estas variantes del carbono:

[youtube]mP-SbYlEp2U[/youtube]

Fuente del vídeo: El Tao de la Física

serotonina.pngUna nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, ha conseguido por vez primera reunir pruebas de que el neurotransmisor llamado serotonina, que actúa como mensajero químico entre las células nerviosas, juega un papel esencial en la regulación de la impulsividad y agresividad en la toma de decisiones en entornos sociales.

La Universidad de Cambridge explica al respecto en un comunicado que los resultados de esta investigación vierten luz sobre algunos trastornos clínicos, como la depresión, los desórdenes obsesivo-compulsivos y la ansiedad severa, en los que son frecuentes los niveles bajos de serotonina en el organismo. Estos trastornos suelen a su vez estar asociados con dificultades sociales.

Reducir niveles artificialmente

Hace tiempo que se sabe que la serotonina juega un papel muy importante en el estado de ánimo, en la ansiedad, en el sueño, y en las conductas alimenticias y sexuales, además de regular las funciones neuroendocrinas y cognitivas de nuestro cuerpo. En el sistema nervioso central juega un papel importante en la inhibición del enojo o la impulsividad.

Desde hace tiempo, también, se había asociado la serotonina con ciertas actitudes en entornos sociales, pero su relación específica con la impulsividad había sido hasta ahora una cuestión controvertida. Aunque muchos especialistas habían teorizado acerca de esta relación, el estudio de los científicos de la Universidad de Cambridge ha demostrado que realmente existe un vínculo causal entre serotonina e impulsividad.

Los resultados de la investigación explicarían, por ejemplo, por qué algunas personas se vuelven más agresivas cuando no han comido. El aminoácido o molécula orgánica necesaria para que el cuerpo genere serotonina sólo se puede obtener de la comida y la dieta, por lo que los niveles de esta sustancia se reducen de manera natural cuando no comemos. Este mecanismo ha sido aprovechado por los científicos británicos en su experimento.

Los investigadores redujeron los niveles cerebrales de serotonina en voluntarios sanos durante un corto periodo de tiempo manipulando su dieta. Posteriormente usaron un juego conocido como “el juego del ultimátum” para observar las reacciones de estos individuos con bajos niveles de serotonina ante acciones injustas.

Juego del ultimátum

El juego del ultimátum es un juego económico experimental en el que dos partes interactúan de manera anónima y sólo una vez, por lo que la reciprocidad no es un problema. El primer jugador propone cómo dividir una determinada suma de dinero con el segundo. Si éste último rechaza la oferta, nadie obtiene nada. En cambio, si la acepta, el primer jugador obtiene lo que propuso y, el segundo, el resto.

En este juego, normalmente, los jugadores tienden a rechazar, alrededor de la mitad de las veces, aquellas ofertas que suponen menos de un 20-30% de la cantidad total, a pesar de que, con este rechazo, se quedan sin nada.

Sin embargo, con los niveles de serotonina más bajos de lo normal, la tasa de rechazo de las ofertas injustas por parte de los participantes se incrementó hasta el 80%, sin que a éstos les preocupara perder la recompensa que supone aceptar las ofertas, por nimias que fueran, explican los investigadores en Science. De hecho, los voluntarios no demostraron ningún cambio de humor, no siguieron un proceso básico de valoración de la recompensa ni mostraron una respuesta inhibitoria.

La científica Molly Crocket, co-autora del estudio, señaló en el comunicado de la Universidad de Cambridge que “estos resultados sugieren que la serotonina juega un papel fundamental en la toma de decisiones en entornos sociales, normalmente manteniendo las respuestas sociales impulsivas bajo control. Los cambios en la dieta y el estrés pueden ocasionar que los niveles de serotonina fluctúen, por lo que resulta importante comprender cómo estos cambios pueden afectar a nuestras decisiones cotidianas”.

Conseguir serotonina

Pero, ¿cómo podemos mantener unos niveles óptimos de serotonina en nuestro cerebro? Los especialistas señalan que consumiendo triptófano, que es un aminoácido esencial en la nutrición humana que promueve la liberación del neurotransmisor.

Alimentos ricos en triptófano son, por ejemplo, el pollo o el chocolate, aunque en general los niveles de serotonina en el organismo dependen de los niveles de azúcar en la sangre, y éstos pueden aumentarse también consumiendo, por ejemplo, harinas, que tienen un alto contenido en azúcar y, por tanto, pueden sustituir la tristeza, la angustia y el nerviosismo por alegría, sedación y felicidad.

Por otro lado, los niveles de serotonina también aumentan con el ejercicio físico, la vida al aire libre o las bebidas azucaradas. Con unos niveles óptimos se duerme mejor –la serotonina regula el reloj interno del organismo-, y también se tiene mejor memoria, porque este neurotransmisor ayuda a concentrarse y a recordar.

Autora: Yaiza Martínez

Fuente: Tendencias 21

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En la capital de EEUU, una selección de las mejores fotografías marinas, compiten por el “Oscar del mar”.

Para ver una muestra:

http://www.elpais.com

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Hoy, las centrales eólicas son del tamaño de una pequeña ciudad. Están formadas por decenas de turbinas y centenares de palas que giran para generar una nada desdeñable cantidad de energía. Sin embargo, fabricar, transportar e instalar esas estructuras gigantes es caro y muchas veces complicado. La solución es, en lugar de basar esta fuente de energía en grandes instalaciones, hacerlo pensando en pequeño. Esta es la idea que ha tenido el inventor Doug Selsam: capturar más energía con menos material e instalar docenas de pequeños rotores conectados a un mismo generador. El reducido tamaño de este concepto facilitaría su instalación en lugares muy diferentes, como en las antenas de los tejados o incluso en alta mar.

En lugar de un enorme rotor con palas de 15 metros de largo, esta “Serpiente del Cielo” diseñada por Selsam usa varios pequeños rotores unidos a un eje. Colocando los rotores en los ángulos y posiciones adecuadas, cada rotor puede capturar su propio viento, evitando además que capten la estela de viento dejada por los rotores adyacentes. Toda la turbina está enganchada a un solo generador, que produce la misma cantidad de energía que una “megaturbina” convencional que, sin embargo, necesita diez veces más material en sus palas. O sea, produce la misma energía, pero por mucho menos dinero.

Colocar los rotores en el ángulo adecuado es clave, porque aumentan su eficiencia. Evidentemente, más rotores también significa una física más complicada. La clave para incrementar la eficiencia es asegurarse que cada rotor sólo capte su propio viento. El error cometido por otros diseños “multi-rotor” ha sido justamente que los rotores no sólo captaban su viento, sino también la estela de los rotores cercanos. Esto requiere calcular el ángulo exacto (para que el eje esté en función del viento) y el espacio ideal entre los rotores.

El eje que sujeta los rotores puede variar de longitud, en función del uso que se le quiera dar. Los rotores pueden ser montados incluso en postes lo suficientemente ligeros como para ser instalados sobre el tejado de una vivienda. Usando, por ejemplo, rotores de unos 50 centímetros, una de estas estructuras puede generar entre 100 y 400 vatios de electricidad, dependiendo de la velocidad del viento.

Para más información: Tendencias 21

Autor: Raúl Morales

 

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Experimento bonito y fácil de hacer, incluso en casa. En vídeo en el enlace:

http://www.weshow.com/es/p/5266/burbujas_en_una_botella

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Como puedes apreciar en la fotografía las corrientes propician la formación de una bolsa a la que van a parar una enorme cantidad de desperdicios plásticos que tiramos al mar. Los expertos calculan en millones el número de peces y otros seres vivos marinos, como las tortugas, víctimas del plástico y lo que es peor, si el plástico no es degradable, ¿adivináis donde puede acabar? Por supuesto, en nuestros propios estómagos.

Para más información: http://actualidad.terra.es

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El concepto de disease mongering tiene una difícil traducción al castellano; significa algo a medio camino entre inventar y exagerar una enfermedad. Su fin es ampliar los límites de lo que se considera una patología. En el último lustro, la industria farmacéutica ha sido acusada de explotar esta tendencia. Su objetivo, ampliar la cifra potencial de clientes; incrementar gracias al disease mongering sus de por sí abultados beneficios.

El periodista australiano Ray Moynihan, que ha contribuido de forma notable a la difusión del concepto –es autor del libro Vendedores de enfermedades (Terapias Verdes, 2005)– organizó en su país hace dos años una conferencia sobre el asunto en un momento en el que tres libros habían alertado sobre las maniobras de la industria farmacéutica: El gran secreto de la industria farmacéutica, escrito por Philippe Pignarre, un ex empleado de un laboratorio francés; La verdad sobre las compañías farmacéuticas. Cómo nos engañan y qué hacer sobre ello, cuya autora, Marcia Angell, dirigió la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine; y Los inventores de enfermedades, firmado por el periodista alemán Jörg Blech.

El escándalo Vioxx (un antiinflamatorio superventas retirado en todo el mundo tras provocar en miles de pacientes efectos cardiovasculares graves que el laboratorio Merck conocía y sobre los que no advirtió) había hecho desmoronarse por entonces el prestigio de la industria farmacéutica.

Más información en:

http://www.publico.es

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Mucho antes de que existieran los dinosaurios, cuando todavía no había ningún animal vertebrado viviendo en tierra firme, ya existían peces que parían a sus crías. La prueba es un fósil de pez acorazado, de hace 380 millones de años (los dinosaurios aparecieron unos 150 millones de años más tarde), descubierto en Australia. Los paleontólogos lo han analizado y han descubierto que la cría está aún unida a la madre por un cordón umbilical (el ejemplo de viviparismo en vertebrados más antiguo, hasta ahora, era 200 millones de años más reciente que éste).

“Al estudiar el espécimen caí en la cuenta de que era la evidencia más antigua de sexo en vertebrados por copulación; no se trata de desove en el agua, sino sexo del divertido”, comenta John Long, líder de la investigación y jefe científico del Museo Victoria australiano. Aquellos primitivos animales se reproducían por fertilización interna, la madre proporcionaba alimento al embrión y paría una cría viva, de modo similar a los mamíferos actuales. Los investigadores presenta su importante hallazgo en la revista Nature.

El pez acorazado en cuestión, ya extinguido, medía unos 25 centímetros de largo y pertenecía a los placodermos. Este grupo de vertebrados era tan dominante en el Paleozoico Medio (hace entre 420 y 350 millones de años), que se dice que fueron los dinosaurios de los mares, los reyes de océanos y lagos durante casi 70 millones de años, según explica el Museo Victoria en un comunicado.

Como se trata de una nueva especie, Long y sus colegas han elegido nombre para ella y han decidido bautizarla Materpiscis attenboroughi, haciendo alusión a su condición de pez madre y en honor del famoso naturalista británico David Attenborough.

Autora: Alicia Riviera

Fuente: http://www.elpais.com

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