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Mucho antes de que existieran los dinosaurios, cuando todavía no había ningún animal vertebrado viviendo en tierra firme, ya existían peces que parían a sus crías. La prueba es un fósil de pez acorazado, de hace 380 millones de años (los dinosaurios aparecieron unos 150 millones de años más tarde), descubierto en Australia. Los paleontólogos lo han analizado y han descubierto que la cría está aún unida a la madre por un cordón umbilical (el ejemplo de viviparismo en vertebrados más antiguo, hasta ahora, era 200 millones de años más reciente que éste).

“Al estudiar el espécimen caí en la cuenta de que era la evidencia más antigua de sexo en vertebrados por copulación; no se trata de desove en el agua, sino sexo del divertido”, comenta John Long, líder de la investigación y jefe científico del Museo Victoria australiano. Aquellos primitivos animales se reproducían por fertilización interna, la madre proporcionaba alimento al embrión y paría una cría viva, de modo similar a los mamíferos actuales. Los investigadores presenta su importante hallazgo en la revista Nature.

El pez acorazado en cuestión, ya extinguido, medía unos 25 centímetros de largo y pertenecía a los placodermos. Este grupo de vertebrados era tan dominante en el Paleozoico Medio (hace entre 420 y 350 millones de años), que se dice que fueron los dinosaurios de los mares, los reyes de océanos y lagos durante casi 70 millones de años, según explica el Museo Victoria en un comunicado.

Como se trata de una nueva especie, Long y sus colegas han elegido nombre para ella y han decidido bautizarla Materpiscis attenboroughi, haciendo alusión a su condición de pez madre y en honor del famoso naturalista británico David Attenborough.

Autora: Alicia Riviera

Fuente: http://www.elpais.com