a ras de cielo.jpgDavid Galadí-Enríquez nació en Córdoba (España) en el año 1969. Su interés por la Astronomía comenzó cuando era muy  joven, gracias a la lectura de las obras de Josep Comas Solà y de Carl Sagan. Observa activamente el firmamento desde la edad de catorce años. Cursó sus estudios de licenciatura en física (1987-1992) en las universidades de Granada (primer ciclo) y Barcelona (segundo ciclo). Ejerció como profesor de bachillerato en Barcelona. Posteriormente inició su trabajo como investigador predoctoral en el Departament d’Astronomia i Meteorologia de la Universitat de Barcelona, con una tesina sobre fotometría de asociaciones estelares y una tesis doctoral (defendida en 1998) sobre astrometría y fotometría de cúmulos estelares abiertos.  Ha sido profesor asociado en la Universitat de Barcelona, donde
ha impartido asignaturas de Astronomía observacional, programación y Física teórica. Posteriormente ejerció como investigador contratado en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), en Torrejón de Ardoz (Madrid) y en el Instituto de Astrofísica de Andalucía  (CSIC). En la actualidad ejerce como astrónomo técnico y responsable de  comunicación del Centro Astronómico Hispano Alemán (Observatorio de Calar  Alto), Almería. Sus áreas de especialización son la astrometría y fotometría estelares, agrupaciones estelares, calidad del cielo, contaminación lumínica, observación  astronómica robotizada y fotometría espacial. Ha publicado cuatro libros de divulgación de la Astronomía y un manual universitario de Astronomía para el primer ciclo de las licenciaturas de ciencias. Es miembro de la Unión Astronómica Internacional, la Sociedad Española de Astronomía, la Agrupación Astronómica de Córdoba, Cel Fosc: Asociación contra la Contaminación Lumínica, y de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.

David ha tenido la gentileza de enviarnos uno de sus artículos de divulgación en el que nos invita a algo que nuestros antepasados han considerado imprescindible: mirar al cielo. Por supuesto, como científico que es, la mirada a la que se refiere es una mirada inteligente, llena de interrogantes y respuestas, una mirada realizada con los ojos del intelecto.

El artículo lo tienes a tu disposición haciendo un clic aquí.

Su libro más reciente es un libro de divulgación, “A ras de cielo” que podríamos definir como una guía de Astronomía cotidiana. Muy recomendable.

La Naturaleza en su prodigioso poder creativo juega con los átomos pero también con la forma en la que éstos se unen: podemos tener así diferentes formas alotrópicas que sólo son formas diferentes de organizar los mismos átomos… ¿sólo? La forma de unirse es tan importante como los componentes en orden a exhibir unas propiedades u otras. Baste decir que el diamante y el grafito están hechos de los mismos átomos de carbono, sólo que en el diamante están más juntitos. Eso quiere decir que apretando la mina de tu lápiz se podría convertir en joya aunque el problema es la enorme presión necesaria para conseguirlo que hace el proceso antieconómico. Aunque si eres millonario y el carbón tiene un significado especial, como las cenizas de un ser querido, una empresa se encarga de conseguirte el milagro.

La más espectacular forma alotrópica del carbono no es el diamante sino el fulereno (a veces puedes encontrarlo nombrado también como fullereno): una espectacular molécula en forma de balón de fútbol, con su juego de pentágonos y hexágonos encajados y todo.

Te recomendamos el siguiente vídeo (audio  en portugués que se entiende bastante bien) sobre estas variantes del carbono:

[youtube]mP-SbYlEp2U[/youtube]

Fuente del vídeo: El Tao de la Física

 

Raven y Mooney.jpg

  

Dos arquitectos de la moderna biodiversidad han recibido el Premio Fundación BBVA de Investigación Científica en Ecología y Biología de la Conservación, dotado con 500.000 euros. Son Harold Mooney y Peter Raven, dos septuagenarios eminentes. Mooney es profesor de biología medioambiental en la Universidad de Stanford (California), y Raven es director del Jardín Botánico de Misuri (EE UU) y un prestigioso taxonomista vegetal. Es decir, se encarga de clasificar, jerarquizar y dar nombre a las especies. En el estado actual del planeta, su trabajo debe de ser desmoralizador. En los últimos 70 años, Raven ha restado de su lista más especies que nunca. Se estima que en el planeta ya han desaparecido entre tres millones y cinco millones de animales, plantas y microorganismos.

Pregunta. Ustedes hablan de los servicios que los ecosistemas “regalan” al hombre. ¿Cuáles son?

Mooney. Son el servicio de aprovisionamiento, todo lo que se refiere al alimento, el combustible… En fin, lo necesario para vivir. También los servicios culturales y el valor estético. El ecosistema, por ejemplo, nos da agua limpia, nos la filtra. Las plantas, con sus raíces, hacen el control de la erosión; los insectos regulan las enfermedades. Son precisamente estos servicios de regulación los más amenazados. Por último, está el más complejo de todos: la propia regulación de los ecosistemas, el ciclo completo, el conjunto armónico que estamos destruyendo. Por eso el planeta está al borde del colapso.

P. ¿Cuáles son las próximas especies que se extinguirán?

Raven. Las que más peligran son las del sur, los continentes más fríos que ahora se empiezan a calentar. No van a desaparecer las especies, sino toda la vida en regiones enteras. Si no se interviene se puede perder un cuarto de las especies.

P. ¿De quién es la culpa?

Raven. El mayor problema es el individualismo. Muchas personas dicen: “¿Por qué no hacen algo las empresas o los Gobiernos?”. Pero si la gente no da ejemplo, los Gobiernos y las empresas no lo van a hacer. ¿Cuántos de nosotros no queremos una segunda residencia junto al mar, un coche bueno y rápido? Si nosotros queremos todas esas cosas que consumen muchísimo, ¿por qué vamos a esperar que las empresas o los Gobiernos establezcan límites?

P. ¿Estamos a tiempo de resolver el problema?

Mooney. Algunos Gobiernos ya comienzan a pagar por conservar la biodiversidad. Costa Rica es un país muy avanzado en eso. Compensa a los que tienen animales para que no utilicen un pastoreo demasiado intensivo, y llevan años pagando para que los agricultores protejan el manto freático o los bosques.

Raven. En Inglaterra prácticamente todo el mundo tiene un coche de una gran eficiencia. Creen que es importante para controlar y parar el calentamiento mundial. A un tercio de la población mundial eso le importa. Ese tercio ya implica un cambio. Siempre pienso en San Francisco de Asís, que se convirtió a los 22 años, y cuando murió a los 42 había 200.000 personas en monasterios franciscanos.

P. ¿Creen que los bancos de biodiversidad o de semillas que se están creando son útiles?

Mooney. Esa idea es fruto de la desesperación ante la pérdida de biodiversidad.

Raven. Pero es mejor tenerlos si en un futuro tenemos que recuperar especies extinguidas.

P. España también pierde especies. El lince es la más amenazada. ¿Son compatibles desarrollo y conservación?

Mooney. La fragmentación del territorio es siempre un problema. Las líneas de tren y las carreteras reducen los hábitats, por lo que los Gobiernos deberían comenzarlos a respetar, encontrar nuevos medios de transporte.

Raven. El individuo tendrá que cambiar y tendrá que pensar de una forma internacional.

Fuente: www.elpais.com

 casco.jpgUn grupo de científicos alemanes de la Universidad de Braunschweig, al norte de Alemania, han desarrollado un casco que permite conducir modelos de automóviles con las ondas cerebrales, sin necesidad de contacto directo, según ha explicado hoy el profesor Meinhard Schilling, del Instituto Técnico de Mediciones Eléctricas y Principios de la Electrotécnica de la institución. El descubrimiento abre inmensas posibilidades a las personas con discapacidades físicas, según los investigadores.

El nuevo interfaz tiene su base en el encefalograma clásico, que mide las actividades cerebrales según la oscilación de la tensión registrada en el cráneo. Lo revolucionario de este sistema es que permite la lectura de estas mismas ondas sin necesidad de contacto directo entre la cabeza y el aparato, por lo que no hay necesidad de aplicar geles ni electrodos. En su lugar el casco, que según Schilling, se coloca rápidamente y cuenta con sensores para detectar las ondas cerebrales.

“Con esto se hace realidad el sueño de conectar de manera sencilla el cerebro con una máquina”, ha dicho Schilling. El catedrático también ha señalado que este proyecto podría ayudar a dirigir sillas de ruedas y manejar prótesis, y en un futuro, pilotar vehículos de motor.

Para dirigir el modelo de automóvil utilizado en los experimentos el sujeto contempla frente a él una pantalla con dos cuadros de ajedrez que parpadean con distinta frecuencia. Si concentra su visión en el cuadro izquierdo, el vehículo se dirige a la izquierda y si lo hace en el derecho, el modelo de automóvil se dirige a la derecha, mientras que, si su mirada no se concentra en ninguno de los dos, sigue una marcha recta. Mediante amplificadores de señal los científicos han logrado que las señales sean representadas como un mapa en la pantalla del casco.

Fuente: www.elpais.com

Otro curioso comportamiento no newtoniano en fluidos, el efecto Barus, que consiste en un engrosamiento, y en ocasiones un estrechamiento, anómalo en la columna de líquido que atraviesa una boca estrecha. Puedes verlo en el siguiente vídeo:

[youtube]KcNWLIpv8gc[/youtube]

Para más información sobre este efecto:

http://www.etsimo.uniovi.es (páginas 26-28)

Cuando una varilla gira en torno a su propio eje y está dentro de un líquido, para ciertos fluidos no-newtonianos el fluido asciende por la varilla como puedes comprobar en el siguiente vídeo:

[youtube]npZzlgKjs0I[/youtube]

Este comportamiento es conocido como efecto Weissenberg.

Más información:

http://vicente1064.blogspot.com

http://omega.ilce.edu.mx

sonda_Phoenix_Marte.jpg 

La sonda Phoenix, estacionada en la región polar de Marte, no ha hallado la más mínima señal de agua en su primer análisis del suelo marciano. Pero los científicos no han perdido la esperanza de encontrarla. En absoluto. Hasta ahora, la pala excavadora de su brazo articulado sólo ha cavado hasta los siete centímetros, según informa la NASA. Y la esperanza está en nuevas pruebas a 20 centímetros de profundidad.

La Phoenix realizó dos zanjas, bautizadas como Dodo y Goldilocks, que quedaron luego unidas en una sola de unos 22 centímetros de ancho y 35 de largo. Cogió una muestra de terreno con la pala excavadora y la depositó en un pequeño horno para calentarla y analizar los vapores generados. La maniobra ha traído de cabeza a los ingenieros, porque la muestra se quedó apelmazada durante varios días en la rejilla que protege la entrada del horno. Por fin se logró que pasaran unos granos hasta el analizador. Los científicos creen que su exposición prolongada al Sol pudo eliminar cualquier rastro de agua.

El horno primero ha calentado la muestra hasta 35 grados centígrados y luego hasta 175 grados, con resultado negativo en cuanto a agua en ambos casos. Ahora, el plan es elevar la temperatura hasta los 1.000 grados, para ver si se vaporizan minerales que pudieran tener algún enlace con el agua, lo que se interpretaría como indicio de que el terreno allí ha estado en contacto con ella.

Mientras tanto, los científicos están también intrigados con un material brillante que se ve en las imágenes que toma la sonda Phoenix donde ésta ha excavado, pero de momento no saben si es hielo o sal.

Fuente: www.elpais.com

serotonina.pngUna nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, ha conseguido por vez primera reunir pruebas de que el neurotransmisor llamado serotonina, que actúa como mensajero químico entre las células nerviosas, juega un papel esencial en la regulación de la impulsividad y agresividad en la toma de decisiones en entornos sociales.

La Universidad de Cambridge explica al respecto en un comunicado que los resultados de esta investigación vierten luz sobre algunos trastornos clínicos, como la depresión, los desórdenes obsesivo-compulsivos y la ansiedad severa, en los que son frecuentes los niveles bajos de serotonina en el organismo. Estos trastornos suelen a su vez estar asociados con dificultades sociales.

Reducir niveles artificialmente

Hace tiempo que se sabe que la serotonina juega un papel muy importante en el estado de ánimo, en la ansiedad, en el sueño, y en las conductas alimenticias y sexuales, además de regular las funciones neuroendocrinas y cognitivas de nuestro cuerpo. En el sistema nervioso central juega un papel importante en la inhibición del enojo o la impulsividad.

Desde hace tiempo, también, se había asociado la serotonina con ciertas actitudes en entornos sociales, pero su relación específica con la impulsividad había sido hasta ahora una cuestión controvertida. Aunque muchos especialistas habían teorizado acerca de esta relación, el estudio de los científicos de la Universidad de Cambridge ha demostrado que realmente existe un vínculo causal entre serotonina e impulsividad.

Los resultados de la investigación explicarían, por ejemplo, por qué algunas personas se vuelven más agresivas cuando no han comido. El aminoácido o molécula orgánica necesaria para que el cuerpo genere serotonina sólo se puede obtener de la comida y la dieta, por lo que los niveles de esta sustancia se reducen de manera natural cuando no comemos. Este mecanismo ha sido aprovechado por los científicos británicos en su experimento.

Los investigadores redujeron los niveles cerebrales de serotonina en voluntarios sanos durante un corto periodo de tiempo manipulando su dieta. Posteriormente usaron un juego conocido como “el juego del ultimátum” para observar las reacciones de estos individuos con bajos niveles de serotonina ante acciones injustas.

Juego del ultimátum

El juego del ultimátum es un juego económico experimental en el que dos partes interactúan de manera anónima y sólo una vez, por lo que la reciprocidad no es un problema. El primer jugador propone cómo dividir una determinada suma de dinero con el segundo. Si éste último rechaza la oferta, nadie obtiene nada. En cambio, si la acepta, el primer jugador obtiene lo que propuso y, el segundo, el resto.

En este juego, normalmente, los jugadores tienden a rechazar, alrededor de la mitad de las veces, aquellas ofertas que suponen menos de un 20-30% de la cantidad total, a pesar de que, con este rechazo, se quedan sin nada.

Sin embargo, con los niveles de serotonina más bajos de lo normal, la tasa de rechazo de las ofertas injustas por parte de los participantes se incrementó hasta el 80%, sin que a éstos les preocupara perder la recompensa que supone aceptar las ofertas, por nimias que fueran, explican los investigadores en Science. De hecho, los voluntarios no demostraron ningún cambio de humor, no siguieron un proceso básico de valoración de la recompensa ni mostraron una respuesta inhibitoria.

La científica Molly Crocket, co-autora del estudio, señaló en el comunicado de la Universidad de Cambridge que “estos resultados sugieren que la serotonina juega un papel fundamental en la toma de decisiones en entornos sociales, normalmente manteniendo las respuestas sociales impulsivas bajo control. Los cambios en la dieta y el estrés pueden ocasionar que los niveles de serotonina fluctúen, por lo que resulta importante comprender cómo estos cambios pueden afectar a nuestras decisiones cotidianas”.

Conseguir serotonina

Pero, ¿cómo podemos mantener unos niveles óptimos de serotonina en nuestro cerebro? Los especialistas señalan que consumiendo triptófano, que es un aminoácido esencial en la nutrición humana que promueve la liberación del neurotransmisor.

Alimentos ricos en triptófano son, por ejemplo, el pollo o el chocolate, aunque en general los niveles de serotonina en el organismo dependen de los niveles de azúcar en la sangre, y éstos pueden aumentarse también consumiendo, por ejemplo, harinas, que tienen un alto contenido en azúcar y, por tanto, pueden sustituir la tristeza, la angustia y el nerviosismo por alegría, sedación y felicidad.

Por otro lado, los niveles de serotonina también aumentan con el ejercicio físico, la vida al aire libre o las bebidas azucaradas. Con unos niveles óptimos se duerme mejor –la serotonina regula el reloj interno del organismo-, y también se tiene mejor memoria, porque este neurotransmisor ayuda a concentrarse y a recordar.

Autora: Yaiza Martínez

Fuente: Tendencias 21

Puedes ver esta maravilla funcionando en este vídeo (audio en inglés)

[youtube]GcDshWmhF4A[/youtube]

Para más información sobre el funcionamiento de la máquina en (también en inglés):

http://woodgears.ca/marbleadd/

Fuente: El Tao de la Física

[youtube]WuZuKRYVitA[/youtube]

Fuente: El Tao de la Física

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