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El cerebro es algo mucho más maleable de lo que la gente suele pensar, está cambiando todo el tiempo. Una de las áreas que se modifica constantemente es el de las sinapsis, es decir las conexiones entre neuronas, que son alteradas a medida que se reciben estímulos. “Mientras estás despierto la conexión entre neuronas se hace más fuerte y eso es bueno, porque así aprendes” dijo el Dr. Tononi, de la Universidad de Winsconsin.

Sin embargo estas conexiones fuertes son insostenibles a largo plazo, ya que requieren de mayor energía y material, pero existe un límite de cuánto de ambos está disponible. Sinapsis más fuertes son también más grandes, pero el cerebro no puede continuar creciendo y haciéndose más denso. “Si las sinapsis aumentan porque aprendes, llegará un punto en el que no puedas continuar con el proceso” dijo Tononi. Es por esto que se hipotizó que durante el sueño las conexiones sinápticas se hacen más débiles, manteniendo la fuerza relativa entre ellas: las que fueron utilizadas permanecen más fuertes que las que no.

Este proceso de debilitamiento es fundamental al dormir, ya que es lo único que permite que se continúe aprendiendo. Sin embargo su teoría va en contra de otra, que sostiene que los circuitos cerebrales que estaban activos mientras se estaba despierto se reactivan durante el sueño, consolidando el aprendizaje haciendo estas sinapsis más fuertes.

Los científicos de Winsconsin produjeron resultados experimentales en ratas que confirmarían sus hipótesis. Encontraron que en general las sinapsis de las ratas son más fuertes luego de períodos despiertas que de sueño. Midieron la presencia de un neuro-receptor en las sinapsis y determinaron que había un 50% menos en las ratas que habían dormido. El Dr. Tononi dijo que después de dormir “obtenemos un cerebro capaz de aprender, hay una ganancia en términos de energía, espacio, y recursos, y estás listo para aprender nuevamente.

Fuente: www.genciencia.com

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Fuente: www.microsiervos.com

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La ciencia pierde parte de su claridad cuando es enfrentada, como en un espejo, a las potenciales consecuencias de sus avances, entrando así en el más difícil y voluble, pero imprescindible, campo de los valores. Esta dificultad no significa que no haya un territorio a explorar entre el atavismo fanático y el vacío ético. Precisamente es en las sociedades democráticas donde la discusión racional intenta clarificar ese terreno y consensuar, desde la autonomía moral del ciudadano, la necesaria reglamentación que asegure la congruencia entre el avance científico y el bien común.

El Dr. Marcelo Palacios (en la fotografía) es un prestigioso experto en Bioética, ha sido ponente de importantes leyes españolas relacionadas con este campo así como de la Convención de Asturias de Bioética, fundador de la Sociedad Internacional de Bioética  (SIBI) y miembro del Comité de expertos en Bioética que asesora al gobierno español. Su extenso curriculum excede la dimensión de esta entrada en nuestro blog aunque puedes consultarlo en este enlace. Dirige también la Revista de la SIBI que cuenta en su Consejo de Redacción con figuras de la talla de Santiago Grisolía o Margarita Salas.

Hemos tenido la enorme suerte de poder publicar uno de sus artículos en nuestra Revista Digital de Ciencias. Puedes leerlo aquí.

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Vamos a hablar en primer lugar del descubrimiento del equipo dirigido por Joan Massagué en el Instituto Médico Howard Hughes del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York. Muestra que la mayoría de los tumores de cáncer humanos invasivos y agresivos carecen de tres moléculas clave de microARN denominadas miR-335, miR-126 y miR-206. Según el estudio, cuando los investigadores volvieron a colocar las moléculas en los tumores de cáncer de mama humanos en ratones, los tumores perdieron su capacidad para extenderse lo que abre una vía para la comprensión y control de los mecanismos moleculares implicados en las metástasis. Este importante descubrimiento ha sido publicado en la revista Nature.

Más información: http://www.elpais.com

Por otra parte Manuel Serrano y María Blasco, ambos directores de grupos de investigación el el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, han conseguido combinar la acción del llamado gen P53 con la telomerasa para producir “superratones” protegidos contra el cáncer y que además alargan su vida muy significativamente. Este importante descubrimiento ha sido publicado también en la revista Nature.

Más información: http://www.elpais.com

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Fuente: www.novaciencia.com  

mapa antiguo España.bmpAcceso libre a todos los fondos digitalizados en la Biblioteca Nacional (por ahora unos 10.000 documentos de todo tipo que irán aumentando hasta unos 200.000 en 2012). A pesar de ser una biblioteca general estamos seguros que habrá en ella documentos de valor científico e histórico, pensamos por ejemplo en mapas, aunque el interés de este maravilloso proyecto trasciende las fronteras del conocimiento parcelado.

Para los amantes de los libros en:

http://bibliotecadigitalhispanica.bne.es

Más información:

http://www.elpais.com

Ahora que parece que el infierno imaginario se desvanece, aquí presentamos unos trazos del infierno real que desde hace unas décadas ya habita entre nosotros. ¡Espeluznante! Por otra parte, las relaciones entre ética y estética no deben ser simples, ya que algo tan terrible no deja de mostrarse bello en algunas de las imágenes que puedes presenciar a continuación.
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Fuente: El Tao de la Física

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Crear vida artificial en el laboratorio a partir de elementos inertes siempre ha hecho volar la imaginación de la humanidad. La ficción se ha recreado en ello, pero si algún día se logra nada tendrá que ver ni con Frankenstein ni con otras criaturas de ciencia-ficción. Quienes más posibilidades tienen para convertir en un futuro la ficción en realidad son las bacterias, y de momento tan sólo las más minúsculas. Algunos científicos se frotan las manos ante las posibilidades comerciales que plantea la posibilidad de crear organismos a la carta que puedan digerir dióxido de carbono, residuos, crear biocombustibles o sustancias para tratar enfermedades. Craig Venter, uno de los padres del genoma, y científico experto en dar el campanazo en los medios, está a un paso.

Según publica hoy la revista Science, el equipo de investigadores del Instituto Craig Venter en Rockville, Estados Unidos, ha logrado crear a partir de elementos químicos el mayor genoma artificial completo de un ser vivo, el de una bacteria, el Mycoplasma genitalium, con 582.000 pares de bases, 485 genes en un solo cromosoma, la bacteria con vida independiente con el genoma más simple.

Para ello, han diseñado un complejo sistema de ingeniería genética con el que han logrado sintetizar pequeños segmentos artificiales de ADN, y luego ensamblarlos y clonarlos utilizando dos contenedores biológicos, la bacteria Escherichia coli y la levadura. Así han conseguido una réplica artificial, a imagen y semejanza del genoma de la bacteria original, aunque los propios investigadores reconocen que todavía queda pendiente el acto final: “El próximo paso va a ser crear las células vivas de una bacteria viva basada en este cromosoma sintético”.

Más información en: http://www.elpais.com

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Para más información sobre el funcionamiento de estos trenes del futuro haz clic aquí.

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En este tiempo de charlatanes, psíquicos, energías telúricas, manuales de autoayuda y profetas de la felicidad inmediata, un poquito de seriedad en el tratamiento de temas relacionados con la Psicología, disciplina que ya se define a sí misma como científica, es de agradecer. Si quieres consultar un blog de divulgación psicológica seria y fundamentada en la investigación actual, en español, aquí lo tienes:Psicoteca.

En la dirección web:

http://psicoteca.blogspot.com

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