abril 2008


 

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Un grupo de científicos han recopilado en un informe un conjunto de evidencias que muestran que el cambio climático es responsabilidad exclusiva de la actividad humana, y no está influido por la actividad del sol, como se ha sugerido recientemente.

La BBC ha publicado los resultados de dicho informe que desmonta la teoría del científico Henrik Svensmark, del Centro Espacial Nacional Danés, que sostienen que los cambios en los rayos cósmicos que proceden del sol y llegan a la Tierra determinan la nubosidad y la temperatura. La Universidad de Lancaster ha sido la responsable de recopilar las evidencias publicadas hoy. Los rayos cósmicos, dice el informe, no han sufrido ninguna variación en los últimos 20 años.

El equipo ha usado tres caminos diferentes para establecer alguna correlación y no encontraron ninguna. Terry Sloan, el científico que ha liderado este estudio, ha comentado a la BBC que comenzaron a investigar a partir del trabajo de Svensmark, para evitar “todas las medidas carísimas para cortar las emisiones de CO2” en el caso de que el danés tuviera razón.

Los rayos cósmicos son desviados de la Tierra por el campo magnético del planeta y por el viento solar, una corriente de partículas cargadas de electricidad procedentes del sol. La hipótesis de Svenmark es que cuando el viento solar es débil, hay más rayos cósmicos que logran llegar a la Tierra. Esto hace que haya más partículas solares en la atmósfera, que inhiben la creación de nubes y el enfriamiento del clima.

El equipo del profesor Sloan, ha investigado esta teoría buscando periodos de tiempo y lugares de la Tierra en los que se ha documentado la llegada de rayos cósmicos débiles y fuertes, y observando si la nubosidad de estos lugares se veía afectada en dichos periodos. “Por ejemplo, a veces el sol eructa, es decir, expulsa una cantidad enorme de partículas cargadas de electricidad”, ha explicado Sloan.

“Este trabajo es importante porque ofrece un límite superior en el efecto sobre las nubes de los rayos cósmicos ofrecido por los satélites” ha comentado el doctor Giles Harrison de la Universidad de Reading, un investigador especializado en la física de las nubes.

Fuente: www.elpais.com

Si seguimos la posición del Sol a lo largo de todo un año, desde el mismo sitio y a la misma hora, se dibuja en el cielo una curva denominada analema. ¡Qué preciosidad!
Puedes verlo en el siguiente vídeo:

[youtube]tD4RHQc-s7Y[/youtube]

Fuente: El Tao de la Física

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¿A dónde van a para los teclados usados? Pues algunos artistas, como el pintor coreano Choi Jung Hyun, se dedican a desmontarlos y hacer obras de arte con las teclas sueltas. Con esta serpiente, Jung Hyun deseaba llamar la antención sobre la importancia del reciclado.

Fuente: http://www.maikelnai.es/

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Jaime tiene 12 años y cursa primero de la ESO. Al preguntarle por Plutón, reconoce el nombre, pero es tajante en su sentencia: “Ya no se estudia”. Y alega: “No es un planeta”. Su padre, con la natural perplejidad de quien se formó en la extinta EGB, replica: “¿Entonces qué es?”. “Un planeta enano”, aclara Jaime. “¿Qué es eso de planeta enano? O es un planeta, o no es un planeta”, razona su padre.

Jaime está en lo cierto, pero el lío de su padre es comprensible. No es el único enredado en esta aparente contradicción; en el último número de la revista Science, Mark Sykes, director del Instituto de Ciencias Planetarias de Tucson (EEUU), escribe: “La Unión Astronómica Internacional (UAI) define los planetas enanos… pero explícitamente dice que no son planetas, lo que confunde a muchos”.

Víctima inocente

La de Sykes es una de las principales voces que se alzaron cuando, en agosto de 2006, la asamblea general de la UAI aprobó una definición de planeta que expulsaba del selecto club al más lejano, pequeño y helado de los nueve que hasta entonces integraban el Sistema Solar. Plutón no era, en realidad, el objetivo de la votación, pero fue la víctima inocente de un enmarañado cónclave que, tratando de arrojar algo de luz sobre los revueltos cajones taxonómicos de la astronomía, no hizo sino intrincarlos aún más.

La historia tiene su origen en el verano de 2005, cuando el astrónomo del Instituto Tecnológico de California Michael Brown presentó en sociedad a 2003 UB313, un mundo gélido que gira alrededor del Sol a mayor distancia que Plutón y cuyo tamaño es un 10% mayor que éste. El nuevo cuerpo, llamado informalmente Xena y finalmente bautizado Eris, fue saludado en los medios de comunicación como “el décimo planeta del Sistema Solar”.

El acontecimiento obligó a la UAI a dejar de ignorar por más tiempo una definición oficial de planeta. Plutón se había admitido como tal porque, de hecho, había surgido de la búsqueda de un planeta. En 1930, año de su descubrimiento, el número de cuerpos conocidos era mucho menor que ahora, y en un primer momento parecía que Plutón zanjaba las anomalías orbitales observadas en el Sistema Solar, cerrando el elenco planetario. Pero el avance de las ciencias espaciales ha revelado la presencia de otros centenares de objetos bajo la influencia gravitatoria del Sol. Muchos de ellos pertenecen al cinturón de Kuiper, una faja de asteroides situada más allá de Neptuno. De hecho, el propio Plutón pertenece a esta franja, lo mismo que el nuevo Eris. La órbita de Plutón, inclinada respecto al plano de las demás y que en un tramo de su trayectoria invade la ruta de Neptuno, situaba también al noveno planeta en el mismo cajón que Eris. La conclusión para la UAI era obvia: o todos, o ninguno.

Enlace: http://celestia.albacete.org

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BeatBearing es una caja de secuencias de cuatro pistas que usa bolas para activar cada instrumento. Es el trabajo de Peter Bennett del Sonic Arts Research Center en Belfast, que está haciendo una tesis sobre las técnicas de interacción con instrumentos musicales digitales.

Fuente: El Tao de la Física

 

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Un estudio genético realizado por investigadores de Francia, Reino Unido y España ha elevado a categoría de especie a la Lisa de La Gomera, un saurio, mitad lagarto, mitad culebra, que hasta ahora tan sólo había sido catalogado como subespecie.

Así lo ha asegurado el investigador de la Universidad de Barcelona Salvador Carranza, quien explicó que el estudio sobre secuencias de ADN del animal ha demostrado que esta ‘Lisa’ merece ser reconocida como una nueva especie endémica de La Gomera.

Salvador Carranza señaló que la especie ha sido bautizada como Lisa de Salvador en honor a Alfredo Salvador, investigador de Ecología Evolutiva en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, quien la describió como subespecie por primera vez en 1975.

“Las ‘Lisas’ abundan en Gran Canaria, Tenerife, La Gomera y El Hierro y no están en peligro de extinción, pero el estudio taxonómico de la ‘Lisa’ de la isla colombina revela que debe ser catalogada como especie, con la importancia que esto conlleva para la biodiversidad de la isla”, señaló.

Salvador Carranza recordó que este saurio llegó hace aproximadamente siete millones de años a Gran Canaria de forma casual, seguramente dentro de troncos que flotaban a la deriva en el mar.

Desde esa isla habría logrado saltar a Tenerife hace unos 4 ó 5 millones de años y a La Gomera hace unos 3,5 millones de años. Después evolucionó de manera aislada en cada una de estas islas y dio lugar a especies diferentes.

La colonización de El Hierro desde La Gomera habría sido mucho más reciente, puesto que geológicamente es la isla canaria más joven, razón por la que las ‘Lisas’ de esta isla son iguales a las gomeras

Fuentes: http://www.elmundo.es

             http://www.laprovincia.es

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