EMPRENDEDORES CULTURALES
Hay vida más allá de los boletines oficiales. Hay motivaciones que trascienden el mero interés individual. No necesitamos sellos ni registros de entrada. No seguimos planificaciones detalladas de objetivos y competencias. Que nadie nos certifique las horas dedicadas, que no se registren ni computen en expedientes individualizados. Que no cuenten con nosotros para reuniones interminables donde el aparentar algo esté por encima de llevarlo a la práctica. Que ningún supuesto mérito esté por encima de nuestra verdadera tarea: transmitir el gusto y la pasión por el conocimiento, creer en las nuevas generaciones (al menos en la parte de ellas que desde siempre ha hecho que las cosas sigan funcionando, a pesar de todo), tener fe en la tarea de educar y esperanza en su poder civilizador, y, por último, disfrutar, disfrutar mucho. ¿Hay alguna otra variable implicada en el proceso de enseñanza-aprendizaje (como pedantemente se ha llegado a denominar a nuestro trabajo) que iguale en eficacia a un profesor/a que disfruta trabajando en algún proyecto con su alumnado?
Este curso tenemos programado el V Encuentro de Ciencias Bezmiliana (que se celebrará durante los días 25 y 26 de abril de 2013). No estamos en el mejor momento. El profesorado está enfadado, y con razón. No estamos siendo bien tratados. Pero no podemos desviarnos del norte de nuestro esfuerzo. Mientras la situación del país se tuerce bajo el peso de la crisis y algunas élites dirigentes parecen querer echar leña al fuego de los problemas en lugar de resolverlos, los de siempre, es decir, la gente sencilla y honesta que cumple con su trabajo, serán el último cimiento que soportará el peso del futuro. Debemos seguir adelante como si nada pasara, debemos preparar a nuestros chicos y chicas para que participen en un Encuentro de Ciencias, debemos mostrarles que la ciencia y el trabajo son un camino por el que todos estamos interesados que dirijan sus pasos para que nos mejoren el mañana. Tenemos razones para estar enfadados, pero ¿cuál es el recorrido real de una postura de desistimiento de lo que ya veníamos haciendo? ¿Quién se va a dar por enterado? ¿A qué conduce sino a poner palos en las ruedas que nos pueden sacar del atasco? Estamos teniendo más dificultades que otros años para encontrar participantes en nuestro Encuentro. Todavía estáis a tiempo: si os animáis a seguir adelante ponednos un correo manifestándolo (clubcientificobezmiliana arroba gmail.com), con la mayor urgencia posible.
El V Encuentro de Ciencias Bezmiliana se celebrará como si nada pasara. Querríamos que así fuera con todas las actividades que gran cantidad de personas voluntarias (o que, sin serlo, cumplen su trabajo con una pasión que excede el estereotipo al uso del funcionario) llevan a cabo simplemente porque les gusta, porque tienen un compromiso con el resto de los ciudadanos y con el futuro. Nada debe de pasarle al centro de ciencia Principia, si acaso debería de plantearse su ampliación, dado el alto rendimiento en términos educativos que ya proporciona. El VI Encuentro de Experiencias de Investigación del Alumnado en el Aula que organiza el CEP de Marbella-Coín debe seguir como si tal cosa, a pesar de haber visto reducido su personal drásticamente (afortunadamente, parece que se celebrará en abril como otros años). Que la Fundación Descubre siga apoyando a la Red de Ferias de la Ciencia de Andalucía. Que toda la larga serie de Ferias de Ciencia y Encuentros de Investigación Escolar continúen adelante. A mal tiempo buena cara. No debemos dejar caer a ninguna de estas piezas imprescindibles. Cada una de ellas es un símbolo de que, si algo se desmorona, hay un cimiento sólido debajo.
Durante décadas nos han dicho que un emprendedor es alguien que pone en marcha una actividad que se hará notar en el PIB. Pero ¿quién contabiliza el sustrato educativo que hace posible que exista la sociedad con la que el emprendedor negocia? ¿Quién cuadra el debe y el haber de una ciudadanía educada, la que sostiene la marcha normal de todo? Nos han dicho que la gran cantidad de profesorado que va más allá de lo que marcan los listados oficiales de tareas a cumplir no lo son. Que no emprenden. Casualmente la tercera acepción que el DRAE recoge para la palabra emprender es «prender fuego». Si no fuego, al menos una llamita deben tener dentro la larga lista de participantes voluntarios que sostienen toda esa actividad educativa por simple compromiso, porque sí, por pasarle la llamita a alguien, para que no se apague. Para que no se nos apague.
Nota añadida:
Todo lo anterior fue escrito a finales de enero. Un mes después tenemos que decir que mantenemos la participación del año pasado en el V Encuentro de Ciencias Bezmiliana y hemos ampliado el número de organismos que colaboran. En un año tan difícil esto es un gran éxito y no podemos dejar de felicitar a todo el profesorado implicado que lo ha conseguido. ¡Muchas gracias!