PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Todos nuestros planes, objetivos y actividades se insertan en ese mar en el que buceamos, el tiempo. De este importante concepto decía Einstein que es una ilusión, y si así es, desde luego que es una ilusión muy real, ya que todo en nosotros se asienta en una determinada tradición, toma una forma actual y se proyecta hacia un futuro programado con más o menos conciencia.
En el pasado de la divulgación científica en Málaga destaca lo que fue el MECYT que acabó tomando forma en el felizmente activo Centro Principia y la revista Spin cero (actualmente desaparecida pero con todos sus números accesibles en el siguiente enlace). Como detrás de toda institución están las personas concretas, en esa mirada retrospectiva nos encontramos con el grupo formado por Tomás Hormigo, Antonio Mirabent, Manolo Fernández, Rafael López, Antonio Garrido y seguramente por alguien más al que pedimos perdón por el olvido. Con la experiencia previa acumulada de esas reuniones interminables en las que el lucimiento personal es el primer ítem del guión y el logro de algo útil el último, el contacto con este grupo de profesores malagueños fue una bocanada de aire fresco, por su entusiasmo, por la nobleza de sus intenciones y por la generosidad con la que trabajaban y compartían con los demás todo su trabajo. Para todos ellos, en el caso de Tomás a su memoria, un merecido homenaje de reconocimiento: que sepan que percibimos el objeto de sus desvelos, que sepan que consiguieron construirlo y darle forma en gran medida y que sepan que su semilla anda por ahí todavía muy viva. Muchas gracias.
En el presente encontramos la importantísima actividad del Centro Principia y sabemos de la existencia de muchos profesores y profesoras con una alta dosis de inquietud y compromiso con la promoción de la cultura científica, pero que desarrollan su tarea de modo aislado en su centro particular o, a lo sumo, colaboran con algún grupo de trabajo. Quizás sea posible o deseable ir más allá. Un par de espejos en los que mirarnos: la actividad de la Asociación de Profesores Amigos de la Ciencia Eureka de Cádiz y la deslumbrante imagen del Parque de las Ciencias de Granada. Ya sabemos que no podemos aspirar a un éxito tan rotundo como el de esta última institución e incluso que cualquier perspectiva de futuro en otros lugares tendrá que contar con su existencia, pero algo hemos oído de algún proyecto de ampliación de nuestro Centro Principia que creemos imprescindible y que desde aquí estimulamos y apoyamos.
Como en muchas reacciones químicas, es posible que la energía libre esté disponible y sólo sea necesario un buen catalizador para que se libere. Seguramente en este caso el catalizador pueda ser alguna idea que unifique y guíe las inquietudes dispersas, algún objetivo que ponga en contacto a un grupo que de por sí tenga ya en común, de modo latente, un proyecto que impulse la educación y la actividad científica dirigida a las nuevas generaciones. Se admiten sugerencias (en un sentido literal: si alguien tiene alguna propuesta concreta la recibiríamos encantados en el correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. ).
Estando de acuerdo con el genial autor de viñetas El Roto en que “las civilizaciones envejecen y las barbaries se renuevan” (ver la viñeta haciendo clic aquí) creemos que la Ciencia tiene dentro de sí suficiente impulso civilizador como para que su cultivo merezca la pena en la formación de nuestra ciudadanía.