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Hemos encontrado en el blog genciencia una interesante entrada que nos explica la Teoría de los Juegos y su aplicación a situaciones de evolución biológica. En concreto esta teoría permite comprender el comportamiento altruista que fue una pequeña tortura para Darwin. En esencia un individuo trabaja y gasta energía para beneficio de otro que propagará su código genético con más probabilidad que el primero. Esto es comprensible si el individuo es tu hijo o un hermano, ya que tomando al gen como unidad de evolución, estás favoreciendo la propagación de una parte importante de tus genes. Esto explica por ejemplo que en algunas especies de insectos sociales se produzca el pico máximo de esta conducta, el sacrificio desinteresado del individuo por el interés del grupo. Pero ¡ojo! todos los individuos de un hormiguero o una colmena son hermanos ya que son todos hijos de la misma reina. La llamada Teoría del gen egoísta enunciada por Richard Dawkins explica esto a la perfección. Pero ¿por qué existen personas altruistas con desconocidos con los que no están emparentados?

Darwin lo expresó así:

Aquél dispuesto a sacrificar su vida, antes que traicionar a sus camaradas, muy rara vez dejaría descendencia que heredase su noble disposición. Así pues, parece casi imposible que el número de los dotados con tales virtudes se incrementase por selección natural, es decir, por la supervivencia de los mejor adaptados.

La Teoría de los Juegos plantea una posible solución a esta paradoja evolutiva: dado que los diferentes individuos interaccionan entre sí y lo pueden hacer en determinadas maneras, por ejemplo ser halcones (egoístas puros) o palomas (altruistas puros), la teoría demuestra matemáticamente que emerge un nivel de selección natural que toma como unidad sometida a evolución a toda la especie, ya que cualquier combinación de halcones y palomas no es posible. Por ejemplo, si todos fuéramos halcones todos nos destrozaríamos entre nosotros y si todos fuéramos palomas nadie trabajaría para sí mismo, pereciendo igualmente. La teoría demuestra que se alcanzan proporciones estables de ambos comportamientos, explicando así la existencia del comportamiento altruista en individuos determinados.

A raíz de esta discusión nos viene a la cabeza algo que vimos hace algún tiempo: una página de Internet dedicada a la expansión del creacionismo en España, que ataca las ideas evolucionistas desde una postura pseudocientífica, y está firmada por una asociación autodenominada “Médicos y Cirujanos por la integridad científica”. No deja de tener gracia el asunto, que nos recuerda a aquellas camisetas que llevaba el Atlético de Madrid, en la época del capo de Marbella Jesús Gil, ¡que clamaban contra la corrupción!

Para tener una noción clara de lo que significa la honestidad intelectual remitimos al lector no a la página citada sino al capítulo “Dificultades de la teoría” del libro “El origen de las especies” escrito por el propio Darwin, en el que inmisericorde con sus propios planteamientos, hace explícitos sus puntos débiles de los que era absolutamente consciente. Algunos de ellos, como el citado más arriba, están encontrando explicación en desarrollos teóricos posteriores.