Vibraciones por aquí, credulidad por allí y su poquito de cara dura y ya tenemos el negocio redondo. Si a eso le añadimos que la descarada tomadura de pelo, por lo menos si se juega en el campo de la irracionalidad aderezada con unas gotitas fantásticas, no está todavía mal vista entre nosotros y que hasta puede que le veamos su gracia, llegamos a la conclusión final: podemos forrarnos engañando al personal y no pasa nada, o casi nada. Juzguen ustedes: sólo una de las empresas que ha comercializado las pulseritas Power Balance ha vendido 300.000 ejemplares de este avance tecnológico a un precio medio de unos 35 €. La multa que pagarán, denunciados por publicidad engañosa, será de 15.000 €. Estamos ni más ni menos que estimulando las mentes dedicadas a fabricar productos milagros que surtan el vasto mercado de la irracionalidad.

Os enlazamos cuatro páginas:

La entrada en nuestro blog dando noticia del estudio que finalmente demostró lo que cualquier mente mínimamente activa podía intuir: que eran una tomadura de pelo.

La información en el periódico El País dando noticia de la indignante sentencia a los caraduras de turno.

La editorial de nuestra Revista Digital de Ciencias sobre el mercado de la irracionalidad, publicada ya hace casi dos años y que este asunto pone, tristemente, de actualidad.

Y si a pesar de todo quieres comprar algún modelo con los últimos avances en equilibrio vibracional holográfico no te preocupes que, aunque esté demostrada su falsedad, puedes seguir comprándola aquí, eso sí, la cotización parece que ha bajado algo.

Por favor: ¡un poquito de sensatez!