Ya hemos abordado en muchas ocasiones el extraño caso de la Homeopatía. De gran éxito general, incluso entre personas con alto nivel cultural, lleva muchísimos años seduciendo incautos sin ninguna base racional ni empírica. De hecho ya ha sido refutada en un estudio serio que demuestra que su mínimo efecto es un efecto placebo. ¿Ha supuesto esto el final del chiringuito? Pues no. Quien ha decidido a priori no seguir los dictados de la razón no se ve afectado por estas menudencias. Uno de nuestros colaboradores nos ha hecho llegar un enlace en el que frente a la sinrazón se adopta una de las armas más eficaces: ¡el pitorreo!

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