Muy recientemente hablábamos de la tomadura de pelo que ha supuesto la sentencia por publicidad engañosa a la empresa comercializadora de las pulseras Power Balance. Hemos encontrado un artículo publicado por el diario El País sobre la edad dorada que están viviendo los productos milagro. Adheridos cual rémora persistente a la fascinación por los fenómenos naturales más curiosos y extraños, magnetismos por aquí y vibraciones cuánticas por allá, los charlatanes, pillos y timadores de toda la vida han sofisticado su mercadotecnia y su puesta en escena al rebufo de los pingües beneficios que han conseguido arrancar a los incautos que muerden el anzuelo. Entre éstos últimos destaca ni más ni menos que la Ministra de Sanidad (ver fotografía). Es algo así como si el Ministro de Justicia luciera antifaz o el Secretario de Estado del Deporte llevara colgando la ampolla de EPO del cuello. ¡Un poquito de por favor!

Para ver el artículo citado, que recomendamos, haz clic en el siguiente enlace: El País.