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Una mujer de 43 años lleva desde el 5 de junio una innovadora turbina que bombea la sangre de su corazón enfermo. Ella no tenía otra salida. Ni los tratamientos convencionales ni un trasplante podían remediar su insuficiencia cardiaca terminal. Cardiólogos del Hospital Universitario de Bellvitge, en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), apostaron por este mecanismo, que sustituye la actividad del ventrículo izquierdo y que funciona gracias a unas baterías externas que le dan una autonomía de 16 horas. La novedad es que este sistema se implanta de forma permanente.

El corazón de esta paciente no era capaz de bombear la sangre que necesitaba el organismo. Llevaba dos meses ingresada en el hospital y había agotado ya todos los tratamientos habituales. Una contraindicación médica impedía el transplante”, explicó ayer el doctor Eduard Castells, jefe del equipo de servicio de cirurgía cardíaca de Bellvitge. “Ahora su supervivencia y su calidad de vida serán aceptables”.

Autora: Ana Pantaleoni 

Fuente: http://www.elpais.com