De hecho cultivan la vida interior, pero en el interior de un líquido, queremos decir. Odian la superficie: se está mucho mejor rodeadas de otras moléculas que rebajan con su interacción la energía del conjunto. Hay que invertir una energía en crear la superficie y por eso la superficie es un lujo y tiende al mínimo. El siguiente sencillo y espectacular experimento muestra esta tendencia de los líquidos descrita por la magnitud denominada tensión superficial.

Fuente y más información: fp-experimentos