el grito1.jpgEn ocasiones nos perdemos hablando de medicamentos carísimos que no llegan a los países en desarrollo, como los antirretrovirales; sin saber que existe un fármaco barato, efectivo y legal igual de inalcanzable en ciertas latitudes del planeta: un simple analgésico.

Es igualmente imprescindible, pues como médicos y pacientes saben, en muchas ocasiones el dolor es igual o más incapacitante que la propia enfermedad. El caso más flagrante es el cáncer ¿qué haríamos sin la morfina? Conocemos el opio desde los tiempos de Hipócrates y ha sido aprobada prácticamente en todos los países del mundo. Sin embargo, es muchos hospitales de África, se debe sufrir (en el sentido más amplio de la palabra) sin este fármaco.

La OMS calcula que casi 5 millones de personas al año con formas moderadas y graves de cáncer no reciben el tratamiento adecuado contra el dolor. El mismo destino que 1,4 millones de seropositivos. De otras causas de sufrimiento (quemados, accidentes de tráfico, heridos por armas, diabéticos) no tenemos cifras tan precisas, pero se estima que también son millones. El mapa que proporciona la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU es aún más esclarecedor: seis países (EE.UU. Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido y Australia) consumen el 79% de la morfina mundial: Los países ricos sufren menos. Curioso cuando la mayor parte del opio se cultiva a miles de kilómetros, en Afganistan, seguido por la India y Turquía.

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