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En la película Gattaca (Andrew Niccol, 1997), el análisis de un simple pelo permite averiguar el riesgo de una persona de padecer diversas enfermedades a lo largo de su vida. Aunque este servicio pertenece aún al ámbito de la ciencia ficción, muchas empresas ofrecen ya la posibilidad de conocer qué probabilidades tiene un individuo de sufrir una determinada dolencia, como el alzhéimer o algunos tipos de cáncer, a partir del análisis genético de una muestra biológica, por ejemplo, de saliva. El fenómeno, extendido sobre todo en EEUU, lo ofrecen varias empresas ya en España. 

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Ante esta situación, un equipo de investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido), dirigido por el profesor David Melzer, advierte en un artículo publicado en British Medical Journal de que estos tests no están sometidos a un proceso regulatorio comparable, por ejemplo, al de los fármacos, por lo que aún es difícil evaluar su calidad.

Los autores afirman que en los últimos 18 meses se han identificado docenas de variaciones hereditarias del ADN asociadas a enfermedades comunes. En muchos casos, estos hallazgos arrojan luz sobre la causa de la enfermedad, pero su aplicación clínica sigue sin estar clara en la mayoría de los casos, puntualiza el trabajo.

El uso de estas pruebas podría implicar peligros para el paciente que, ante un resultado positivo, optara por tratarse con fármacos. Los test, concluyen los autores, deberían estar más y mejor regulados.

Autora: AINHOA IRIBERRI

Fuente: http://www.publico.es