Ya hemos incluido en este blog otras entradas sobre estos prototipos de robots inteligentes. Hemos encontrado en el magnífico blog Fogonazos la última versión. Queremos recordar algo que no se menciona habitualmente: las investigaciones que conducen a estos engendros están financiadas por dinero militar. Ya es bastante fácil imaginar a nuestra mascota humana con alguna bombita adosada (¿quizás como cerebro para simbolizar contundentemente la relación entre modernidad e instinto?). De todas formas lo que más nos intriga es, ¿para qué quiere un robot realizar flexiones?