Nos hemos enterado ahora que una de las modalidades de tomarnos el pelo, podríamos sin tanto rodeo llamarla engaño y robo, es conocida como la obsolescencia programada. Por ejemplo, que tu impresora incorpore un chip que cuenta las fotocopias que hace y cuya función será estropearla cuando se haya llegado a un tope preestablecido. O que las empresas que fabrican bombillas acorten por acuerdo su vida media útil. Así, sin avisar ni nada… ¡qué sinvergüenzas!

Hemos encontrado un largo reportaje sobre el temita.

Comprar, tirar, comprar

Visto en: CEPMálaga