[youtube]jUgXtZFdUcs[/youtube]

El 5 de octubre de 2002 el ciclista canadiense Sam Whittingham alcanzó con su bicicleta la velocidad de 130’36 km/h, estableciendo el récord absoluto para un vehículo de propulsión humana. Durante alrededor de 200 metros, la Varna Diablo II atravesó el aire como si se tratara de una espada y mantuvo una velocidad nunca imaginada para un vehículo a pedales.Este tipo de bicicletas son capaces de superar fácilmente los 100 kilómetros por hora con la única fuerza del pedaleo de sus pilotos. “Es la misma sensación – explica Whittingham – que cuando de niño te tirabas por una cuesta y sabías que ibas mucho más rápido de lo que debías”.

Fuente: http://fogonazos.blogspot.com/