¿Qué sería del trabajo duro si no tuviera algún paréntesis? Una obsesión, una esclavitud, un agotamiento y sobre todo, y perdonad la expresión, un coñazo. Hay dos maneras de mantener activa la mente: haciéndola trabajar y haciéndola descansar…en una proporción adecuada. Esperemos que un adios hasta septiembre sea la medida justa que nos permita madurar nuevos proyectos sin agostarnos, nunca mejor dicho, demasiado.

Un saludo y ¡a disfutar!