niños viendo la televisión.jpgCada niño andaluz menor de 12 años ve una media de casi tres horas diarias de televisión. Uno de cada tres tiene un aparato en su dormitorio sin ningún control paterno y el 40% estudia frente a la pequeña pantalla. Un 37% visiona en compañía de su familia series fuera de horario infantil y dibujos animados con contenidos adultos.

Son algunas de las conclusiones sobre las que pone el acento el Barómetro de Infancia y Televisión en Andalucía, encargado por el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA). Los analistas que han elaborado este informe, así como psicólogos y colectivos de padres consultados, alertan sobre la relación entre el alto consumo televisivo de los niños con su peor expediente académico, con un bajo nivel sociocultural de los padres y con familias menos dialogantes y tutores más autoritarios.

El barómetro, elaborado por el Centro de Análisis y Documentación Político y Electoral de Andalucía (Cadpea), se basa en 1.800 entrevistas de 61 preguntas a familias andaluzas con niños menores de 12 años, según explican Cristina Cruces y María Luisa Pérez, principales precursoras y coordinadoras de este estudio como consejeras responsables de Estudios e Investigaciones, e Infancia, respectivamente, dentro del CAA.

El informe detalla que hay 2,29 televisores por hogar. El 87% está en el salón o sala de estar, aunque el 31,4% de los niños tienen TV en su cuarto. Los niños ven 2,7 horas diarias de TV (más por la tarde entre semana y por la mañana los fines de semana). El 31% de los padres considera elevado este consumo televisivo pero no hacen nada para remediarlo. Doraemon (17,1%), Los Simpson (13,1%) y La Banda (10,3%) son los programas más vistos por los niños, aunque, según el Barómetro, alguno de sus contenidos estén “más bien dirigidos a los adultos”. “La infancia es el sector que más nos preocupa porque son los más débiles y más exigen, por tanto, de nuestra protección”, explica Cristina Cruces, quien añade: “Lo que más me ha llamado la atención es la relación del consumo televisivo con la estrategia educativa de la familia”.

En este sentido, Paloma Baza, profesora de Psicología Evolutiva Infantil de la Universidad de Cádiz, considera una “barbaridad” que los niños vean casi tres horas de televisión diaria y “horroroso” que muchos chavales tengan un aparato en su dormitorio. “La televisión es un factor grave de riesgo en la educación de los niños debido a la invasión de los medios audiovisuales con contenidos pocos recomendables, pero el problema es que no hay control suficiente por parte de los padres”, lamenta. Con todo, afirma no sorprenderse por las conclusiones del informe: “La televisión hace un poco de niñera y si el niño la ve solo accede a contenidos agresivos y a la cultura de la falta de esfuerzo que pueden ser peligrosos, porque son nuestros adultos del futuro”. Para corregir esta situación, espera que este tipo de estudios sirva para “concienciar a los padres de que deben controlar más a los niños y ser el filtro explicativo de algunos contenidos que ven sus hijos”.

En parecidos términos se pronuncia Pilar Trigueros, presidenta de la Confederación Andaluza de Padres y Madres de Alumnos (Codapa): “No es sólo grave que vean tanto la televisión, sino que la vean solos cuando los contenidos no son los más recomendables”. En este sentido, considera “tremendo” que la opción que escoja un niño para entretenerse sea “encerrarse a solas en su habitación para ver televisión”. Asimismo, Trigueros pone especial énfasis en que la televisión “puede deteriorar a la larga la convivencia familiar”.

Fuente: www.elpais.com

Autor: Fernando Pérez Monguió