Hace unos días hemos proyectado la película “El Jardinero fiel” a nuestro alumnado de Ciencias para el Mundo Contemporáneo. Si no la habéis visto lo primero es recomendarla ya que es una gran película y lo segundo contaros que trata el mundo de los ensayos clínicos promovidos por empresas farmaceúticas y de sus posibles derivaciones fraudulentas o directamente canallescas. Guiados por el escrúpulo del rigor avisábamos que el argumento es ficticio ya que está basado en un relato novelesco aunque nos permitimos sugerir la sospecha de que la realidad pueda siempre superar a la ficción, como bien sabemos ya todos aquellos que tenemos cierta experiencia vital. Lo que no sabíamos en ese momento es que la certificación en forma de noticia llegaría tan pronto.

El periódico El País ha publicado este fin de semana la noticia de los ensayos realizados entre 1946 y 1948 por un grupo de médicos estadounidenses, dirigidos por John Charles Cutler, bajo el patrocinio directo de la Secretaría de Salud del Gobierno Estadounidense inoculando con sífilis y gonorrea a inocentes y engañados ciudadanos guatemaltecos, incluidos niños pequeños, que todavía sufren las secuelas de este salvaje procedimiento, para experimentar terapias con ellos (en la fotografía una de las niñas inoculadas con sífilis que ha padecido toda su vida los efectos de la enfermedad).

Los todavía afectados los denominan “Los experimentos del diablo” y en un último rapto de dignidad que ojalá llegue a algún puerto justo, han denunciado a su propio gobierno, que sin duda colaboró, y al gobierno de los Estados Unidos directamente implicado en el asunto.

Más información: El País