Al neurocientífico David Eagleman se le ha ocurrido estudiar nuestra percepción del tiempo bajo condiciones de estrés. Ha lanzado a diferentes personas en caída libre y les ha preguntado por cuánto tiempo creen que ha pasado. Si la estimación se realiza justo al llegar al suelo coindice más o menos con el tiempo real pero si se les hace recordar esa duración después, de manera que intervenga la memoria, el tiempo adrenalínico se ensancha y se estira como si transcurriera a cámara lenta. Bien mirado es lo lógico: el subidón de adrenalina se libera cuando nos estamos jugando mucho, la vida quizás, por lo que la atención se dispara intentado que demos entrada al máximo de información posible. Si se recoge más información la elaboración de la duración se dilata ya que disponemos de más marcas cognitivas a tener en cuenta.

Puedes ver estos curiosos experimentos en el siguiente vídeo:

[youtube]bG6nZY9Bxy0[/youtube]

Y una entrevista completa con este neurocientífico realizada por Eduardo Punset en el programa Redes en el siguiente enlace: Redes.

Te transcribimos una de sus frases:

Si quieres que parezca que tu vida ha durado más, lo que tienes que hacer es perseguir cosas nuevas, necesitas probar cosas nuevas todo el tiempo, conducir por un camino distinto cuando vuelves a casa… Si siempre almacenas recuerdos nuevos, parecerá que tu vida ha sido más larga.