Solemos creer en la solidez de las categorías de bien y mal, normalmente porque no nos damos cuenta siquiera que las definimos desde el papel de protagonista. Desde un punto de vista impersonal es algo más difícil. En el siglo pasado nos dedicamos a perseguir a los lobos porque mataban al ganado. Muerto el lobo se acabó la rabia que producía su tendencia a alimentarse de nuestras propias presas.¿Pero alguien pensó que su presencia era necesaria para la salud del ecosistema en su conjunto? La reintroducción de esta especie en el Parque Nacional de Yellowstone (sí donde vivía el oso Yogui) ha permitido estudiar la cadena de hechos que han  permitido ver florecer la salud vital de este privilegiado entorno. Tras una serie de influencias los lobos han acabado por afectar, ¡al curso de los ríos! Lección final: no estaría de más un poco de prudencia a la hora de provocar cambios en el medio ambiente. A veces el tiro puede salir por la culata.


Fuente y más información: Fogonazos