Nuestra conciencia temporal está construida en base a nuestras necesidades de supervivencia y dado que nos la jugamos en el rango de los segundos, los minutos y las horas esto es lo que percibimos. Nuestra conciencia juega con unas cuantas decenas de fotogramas por segundo y ahora estamos empezando a descubrir lo que nos perdemos. Los nuevos sistemas de cámara superlenta (en el caso del vídeo que puedes ver a continuación hablamos de la barbaridad de 10.000 fotogramas por segundo) nos están mostrando una realidad oculta que nos seduce por su complejidad y belleza. La simple caída de una gota de agua se convierte en un maravilloso espectáculo.

Fuente: Abadía Digital