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Un equipo de astrónomos operando desde el radiotelescopio Parkes de la CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation), ha detectado una breve emisión de radio proveniente del espacio profundo, y cuya potencia desafía toda explicación.

La duración de la señal tan sólo fue de 5 milisegundos y su origen se sitúa alrededor de 1 500 millones de años luz de la Tierra.

El acontecimiento ya se produjo hace seis años, pero no se le dió importancia, creyendo que se trataba de alguna emisión parásita de origen terrestre. Pero ahora, el estudiante de la Universidad de Virginia Occidental David Narkevik, acaba de darse cuenta que procede del espacio exterior, gracias a un minucioso repaso de grabaciones antiguas.

Teniendo en cuenta estos parámetros, la cantidad de energía emitida puede ser fácilmente estimada en 1033 julios, lo que equivale a la producción acumulada por una central eléctrica de 2 000 MW que funcionara sin interrupción 2 000 millones de años, realmente sorprendente.

En cuanto al origen de esta emisión , continúa siendo un misterio por el momento aunque se sospecha que puede ser el resultado de la colisión de dos estrellas de neutrones o el último suspiro de un agujero negro antes de su completa desaparición.

Autor: Carlos Martín

Fuente: www.novaciencia.com